Los primeros en irse fueron los de investigación. Luego los de medios. Mas tarde, los creativos. Por último se fueron los chavales de Internet, canosos ya ellos. En las agencias solo quedan los de cuentas y -dándoles soporte- equipos volátiles de juniors muy juniors o de seniors muy seniors. Unos comenzando un viaje hacia la nada y otros instalados en la nada de forma permanente. Unos porque no han visto nada y otros porque ya lo han visto todo. En los próximos años veremos irse también a los de video, que es el verdadero negocio ahora.
Lo digo las veces que haga falta. El diseño gráfico tal y como lo conocíamos ha muerto. Al menos como negocio. Una cosa es el branding y la arquitectura de marcas, en donde la imagen visual y la identidad corporativa juega un papel fundamental y otra el diseño gráfico, el folleto, el catálogo, la presentación corporativa. Eso ha muerto.
Todo es vídeo: una propuesta comercial, una presentación de empresa, un resumen de un evento, un tutorial acerca de tu producto. Necesitamos gente que haga vídeo pensando en marketing y no en producción audiovisual, ni en documental ni en videoarte. Hace falta gente que “diseñe” videos y no folletos. Es un cambio de skill; la técnica y la experiencia hará el resto.
No es el fin del mundo, hemos pasado por esto cien veces. Hay que adaptarse y seguir, pero conviene que no nos aferremos con uñas y dientes al pasado y que observemos el futuro. Esta industria es así: los clientes demandan soluciones, las agencias las buscamos, las paquetizamos para ganarlas dinero y cuando las soluciones ya no necesitan a los cuentas, se independizan, se forran y ponen un chalet en lo más alto de la curva del ciclo de vida, viendo de lejos el declive.
Y cuando eso pase, les veremos caer. Y vuelta a empezar.
(La foto de los Buggles es de la BBC)