La publicidad y todo lo que la rodea es un sector que absorbe mucho talento que –siendo puristas- no le es propio. No solo hay creativos (copy y arte), cuentas y gente de producción. Este sector acoge y da la bienvenida a quien se acerca a él. Este sector da oportunidades y no necesitas más que buenas ideas y experiencia para llevarlas a cabo, bien sea internamente o recurriendo a apoyos externos de productores, freelances, otras agencias, etc.
Gracias a Dios no es necesario colegiarse o mostrar un título para poder trabajar en este mundo; solo hace falta talento y dominar un área, sin chorradas. La gente de publicidad y de marketing es toda aquella que decide serlo y que trabaja duro para tener un hueco. Este sector acoge a arquitectos, técnicos audiovisuales, programadores, ingenieros, pintores, diseñadores, expertos de artes gráficas, escritores, actores, periodistas, psicólogos, matemáticos… En fin, una torre de babel en la que solo se te exige talento. Los sin-papeles son acogidos sin más porque el talento es muy escaso y las agencias vivimos de tener más talento que el resto y saber venderlo, por eso cuando aparece no hacemos análisis de ADN ni de pureza de sangre. Si vales estás dentro, seas músico o astronauta. No hay barreras de entrada en forma de títulos. Solo tienes que tener talento.
Solo talento.
Solo eso.
Pero se te exige.
Como dice Javier López Píriz, “el Big Data es la gran alfombra bajo la que toda la gente sin talento guarda su mediocridad. Este negocio siempre ha ido y siempre irá de ideas que conectan y venden. Si la data dice que las mujeres, solteras, de 35 años y estudios superiores toman yogures desnatados, yo, con una buena idea, las pongo a todas a tomar yogures ricos en grasas y al carajo la data, los números y los excel… El Big data iguala por abajo ya que todas las marcas tienen acceso a los mismos proveedores y de ahí el gris que invade nuestras vidas…Del Insight a la data hay un largo camino que no se puede recorrer sin talento creativo”.
Amén, Javier. Ideas que conectan. Y que venden. Y por lo tanto, comunicación persuasiva, es decir, insights profundos, talento, jugársela, creatividad, talento, personalidad. No debemos perder ese foco. Está muy bien que entren matemáticos, ingenieros, programadores y demás perfiles técnicos. Son bienvenidos, pero siempre estarán al servicio de la idea, del creativo, de la campaña y por lo tanto del cliente. Ellos son un medio, no un fin, y últimamente he visto a muchas agencias en las que planners y creativos (el núcleo duro del talento publicitario) estaban al servicio de la técnica y no al revés. Mi muro de linkedin y de twitter parece matrix, con gente cambiando el core de la actividad, desde la comunicación hacia la consultoría informática.
Señores: la técnica está al servicio del talento, la producción está al servicio del sueño. El día en el que la forma preceda a la función esto será otra cosa, pero no será publicidad. La función precede a la forma y la técnica sirve al talento. Son bienvenidos, pero pónganse a la cola. O saquen el talento y lideren. Que nadie se equivoque porque hay ciertos errores de los que no se vuelve jamás.
Foto: Javier López Píriz